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Cuando llega el fin del año lectivo, para algunos estudiantes y padres de familia es un momento de tensión al enfrentarse a la posibilidad de que el alumno pueda haber perdido el año.

Para Claudia Cely Serrano, psicóloga social dedicada al ámbito educativo, este debe ser un proceso al que se le haga un seguimiento pues el estudiante afectado puede experimentar sentimientos como frustración, tristeza en abundancia, angustia por lo que puede pasar, ansiedad por las amenazas de los padres e incluso llegar a algún episodio de depresión donde en extremo, la opción del suicidio pasa por sus mentes.
“También es común que los jóvenes se escondan en otras actividades como fumar, beber, dormir en exceso, donde buscan evadir la situación” afirma la especialista para quien debe quedar claro que no todas las personas reaccionan de la misma manera.
Aquí damos algunos consejos para padres e hijos con el propósito de que esta situación sea manejada de la mejor manera.
Una vez que comience el año escolar
Una vez que comience el año escolar
Se debe crear un buen plan de estudio para los ratos libres y una vez iniciado el año escolar. No se debe esperar que porque el hijo está repitiendo sea el mejor de la clase. En esta etapa ya debió generarse el perdón y también el olvido. No volver a sacar en cara ese tiempo, sino aprender de este.
Estudiantes: cómo asumirlo y cómo decirlo
- Asumir que se perdió un año escolar y no un año de vida.
- Asumirlo con un aprendizaje y hacer una autoevaluación para mirar lo positivo de la situación y continuar hacia una nueva oportunidad.
- No inclinarse hacia la deserción académica o hacia los colegios semestralizados.
- Hablar con los padres en un momento de calma y de profundo respeto hacia sus sentimientos pues el padre no solo hace una inversión monetaria, sino que tiene ilusiones y expectativas con sus hijos.
- No solo llegar con la noticia de la pérdida del año, sinoofrecerles soluciones y un plan de contingencia.
Padres: cómo recibirlos
- Tener una actitud de escucha. Tener presente que todos han cometido errores y que todos han escuchado “se lo dije”.
- No amenazarlos con sacarlos del estudio, sino buscar inmediatamente un colegio, en especial que elija el estudiante pues a veces el ambiente no es lo más propicio.
- Debe haber una actitud reparadora por parte del estudiante. Es decir, no un castigo como tal, pero sí que se entienda que debe reparar esta actitud. Para esto se deben poner metas que se cumplan (permisos no tan largos, menos mesada, etc). Castigos donde toda la familia termina afectada no funcionan, como por ejemplo, cancelar las vacaciones.
- Mirar el proceso de seguimiento que como padres le hicieron a sus hijos pues en ocasiones actitudes como llamados del colegio o notas que no fueron atendidos puedenprovocar esta situación. De esta manera tomar acciones preventivas.